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CATAPUM, la obra maestra de José Manuel García-Sahagún e Ion Elarre

 

El triunfo de CATAPUM en el Gran Premio Cimera (Poule de Potros) disputado en el Hipódromo de La Zarzuela va más allá de lo acontecido durante esos pocos segundos. Hay historias que han de ser contadas y dar el reconocimiento necesario a sus protagonistas. Hablemos de CATAPUM y lo que rodea sobre él con los nombres propios de José Manuel García-Sahagún, el criador, y de Ion Elarre, el preparador y propietario del caballo vencedor.

Este hijo de Ectot y Virimoon (Doctor Dino) fue criado por José Manuel García-Sahagún en su yeguada francesa denominada Haras Garmar. Un cruce estudiado y siempre especial al ser el de Virimoon, la yegua mimada del propietario de cuadras como Alisares o Jayjo. De este modo nace un potro alazán, que posteriormente su actual propietario llamaría CATAPUM.

Probablemente, si el destino no fuese tan caprichoso este caballo hubiera corrido con los colores de su criador, pero desgraciadamente no fue así. En cambio, el camino emprendido por el hijo de Virimoon fue el óptimo. Llegó junto a MYMART y LUCTOR de la preparación de Gloria Madero a San Sebastián. De ahí gracias al trabajo del equipo de Elarre con su mozo Dilmer a la cabeza, a quién su jefe reconoció su trabajo tras la victoria, empezó la competición para CATAPUM.

Se criticó que hizo una campaña muy exigente a 2 años con 8 salidas a la pista de los cuales ganó una en Mont de Marsan y estuvo en el dinero en el resto de las ocasiones. Eso sí, siempre batallador y siempre mostrándose como un elemento con mucho potencial. Después a 3 años reapareció en una buena Clase 2 ganando en Pau, sensaciones que no pudo refrendar en la siguiente en Cagnes Sur Mer, pero lo hecho en una Clase 1 en Toulouse era suficiente para ser un gran candidato a vencer en Madrid. Así ha sido. Ganó la Poule y la afición y los profesionales dieron la razón a este caballo y a su equipo por su forma de llegar y triunfar en una clásica que se corre una única vez.

Centrándonos en su entrenador y su propietario, Ion Elarre, siempre ha tenido un ojo puesto en el hijo de Virimoon. Primero, dada la manera extraordinaria en el que lo compró y luego dado su precio que fue bastante asequible para al gran nivel que posteriormente ha mostrado en la pista. Una jugada perfecta bendecida por su gran criador. Con un buen acierto el profesional donostiarra vio que este potro tenía calidad y un gran futuro por delante.

Ya antes de debutar y dando sus primeros pasos en el hipódromo Elarre nos comentó a Pronoturf, “tengo un hijo de Ectot y Virimoon, que por las mañanas está mostrando calidad, pero bueno al principio antes de debutar siempre tienes grandes esperanzas hasta que la pista te muestra la realidad”. La realidad se cumplió a las mil maravillas. Y es que un año después volviendo a reunirnos con el entrenador afincado en San Sebastián nos confirmaba las opciones de su crack para las clásicas. Hombre de palabra y con gran visión.

A su vez cabe resaltar que este verano, una yearling hembra de nombre ST ELVIRA, propia hermana de CATAPUM saldrá a subasta. Pujas no le faltaran… Igualmente es alazana y tal vez pueda ser una digna sucesora de su hermano. Mientras, Virimoon sigue siendo la buque insignia del Haras Garmar. Sus criadores cubren a su yegua de cría de referencia cada 2 años y este año ha sido el turno de Zelzal. La familia de José Manuel está pudiendo disfrutar con caballos como CATAPUM de la gran pasión del creador de este proyecto. Un legado que está dando sus frutos.

Veremos a partir de ahora cuál es la evolución y el futuro del ganador de la Poule de Potros 2022. Lo que sí está claro es que su entorno tanto el que vio sus primeros pasos como el que los ve ahora en el día a día, ese primer día de mayo se emocionaron casi cómo nunca antes. Al final, el trabajo diario y más, el bien hecho, dan su recompensa. Y así fue en el caso de su criador, preparador y propietario. Todo, gracias a CATAPUM.


Foto portada: CATAPUM | Foto: Rafa Lorente

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