Esto trae consigo que por tener pocos caballos, tenemos pocos participantes en las pruebas estipuladas en el calendario. Ahora, semanalmente contamos con entre 6 y 11 carreras, y desgraciadamente la mayoría de las veces no se superan los 8-10 participantes. Es de todos sabido que por ejemplo en la carrera Lototurf muchas veces existen complicaciones para llegar al mínimo de participantes. Todo ello arrastra a que nuestro producto no sea tan atractivo para las casas de apuestas, el mayor ingreso que en general cuentan las carreras de caballos. Y es que muchas veces estas, en concreto las extranjeras, exigen al menos 8 participantes para vender mejor su oferta de juego. Otro punto más unido con la bendita apuesta externa.
Además, por desgracia, el número de propietarios nunca acaba de crecer como debiera. Es más, es más habitual ver cuadras darse de baja del JCE, que darse de alta. Una autentica pena. Tienen mucho mérito nuestros propietarios. En suma, habría que saber vender mejor el producto a posibles interesados en tener uno o varios caballos estabulados en España. Algo que podría ser extensible también para dueños extranjeros.
Eso sí, tenemos una cosa positiva para resolver ese punto débil, tener premios muy elevados. Unas bolsas económicas que en contraste al nivel de competición, la cifra de caballos en entrenamiento y la cantidad de pruebas que tenemos es alta. Por ello, contando esos puntos “buenos” podríamos atraer por esas vías a más propietarios y por ende, a más caballos en entrenamiento.
Por otro lado, la tendencia actual en España parece que apunta a adquirir más caballos jóvenes (2-3 años), que viejos (4 años en adelante). En concreto, parece que por los programas presentados se quiere potenciar a la generación precoz, lo cual a corto plazo podría traer mayores partants en carreras de 2 años. Un cambio al que habrá que darle algo de tiempo. Lo que está claro es que este es un hecho muy necesario si tenemos en consideración los partants tan cortos que han tenido las carreras de 2 años los años más recientes. Los próximos meses serán vitales para ver si esa tendencia es o no una realidad. Quedan interrogantes por resolver.
En definitiva, lo que está claro es que contamos con muchos menos ejemplares en entrenamiento que lo que nos gustaría y que el número de partants son en muchas ocasiones escasas e incluso repetitivas. Son cuestiones a mejorar, pero el cómo darles solución a estos déficits es la clave. El debate está servido y seguro que cada uno tendrá su opinión al respecto.
Foto portada: Rafa Lorente
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