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Galizano, el constante batallador


Cantabria es infinita o eso dicen algunos. Como infinitos son los lugares y rincones que guarda esta comunidad autónoma del norte de España. Entre tanta montaña, pasto y mares está situado el pueblo de Galizano. Este pueblo cántabro guardaba tributo a un gran caballo como a muchos otros representantes de la cuadra Bering.

En el caso de este macho castaño hijo de Celtic Swing y Habidancer que estuvo bajo los cuidados de Christian Delcher en la mayor parte de su carrera, ya que debutó en este caso con su hermano Mauri. Un debut que no fue el mejor del mundo para Galizano debido a que no acabó la carrera bajo las riendas de Miguel Ángel Marín en el hipódromo de Tarbes. Un mes después y con unas condiciones mucho más optimas en Montauban acabó tercero dando las primeras muestras de calidad en las pistas con la monta de Iván Borrego. Se podrá decir que a dos años todavía no había demostrado nada de lo que después haría.

Ya con la edad clásica pasó a la preparación de Christian Delcher y desde entonces empezamos a ver otro Galizano. Curioso fue la manera del cambio de patio, ya que se debió a que Mauri fue a pasar el invierno a Sevilla y el propietario de la cuadra Bering decidió dejar algún caballo en el norte con Christian entre ellos Galizano. Además, se le pudo encontrar el problema físico que le impidió rendir mejor a dos años que fue un tema relacionado con los testículos.

Tras todo eso, en su primera salida del año 2003 en Mont-de-Marsan con el aumento de distancia hizo una reentrada interesante con un quinto puesto dejando esperanzas de un caballo que en distancia funcionaría. Y empezó a funcionar en sus siguientes.

Una de las claves podría estar en la monta del jockey francés David Morisson. En su estreno con Morisson salió de maiden ganando un hándicap en Mont-de-Marsan sobre 2.200 metros. A partir de ahí llegaron las victorias una tras otra, llegando a haber cuatro consecutivas. Un mes después, en una carrera de unas condiciones parecidas que se desarrolló en este caso en Tarbes, volvía a ganar subiendo de valor con la monta de su escudero Morisson.

Tras dos victorias consecutivas en tierras galas y ya con un valor 35,5 francés llegaba su estreno en la pista donostiarra. La carrera para su debut en España no era cualquier carrera, sino que el Derby-donostiarra que coronaba al mejor tres años del país sobre la distancia. El duelo parecía abocar un mano a mano entre Mi Coronel y Galizano. Así fue, los favoritos que iban en décima y quinta posición respectivamente fueron liderados por It’s a Long Way hasta llegar a la recta final donde Galizano pasó al frente mientras que Mi Coronel con un recorrido complicado solo pudo ser segundo en el poste final a medio cuerpo de ventaja del representante de la cuadra Bering.

Muchos aficionados esperaban ver a una de las grandes esperanzas del turf español en la cita estelar del 15 de agosto, pero no fue así. Desde el principio de la temporada se intuía que no era su principal objetivo y se decidió por correr el Gran Premio de Dax. Fue sin duda una sabia decisión y es que volvía a ganar el pensionista de Christian Delcher. La victoria se consiguió con una gran facilidad demostrando salida tras salida más calidad, llegando a un valor 40 francés.

El siguiente reto ya era un paso más grande, conseguir, vencer y convencer en un listed. El escenario era Agen en el Prix Inter-Regional des 3 ans sobre 2.300 metros. La pista de carreras era un desastre, el mal tiempo dejó una hierba intratable, debido a esta circunstancia solo pudieron disputarse 2 de las 9 carreras estipuladas en el programa. Dejando el estado de la pista a un lado, el día del jockey David Morisson no fue el más acertado, ya que regaló muchos cuerpos a los rivales pudiendo llegar eso si en un gran segundo puesto tras un ejemplar del Aga Khan. Con esta gran actuación finalizó la gran campaña clásica de Galizano demostrando una mejoría increíble respecto al año anterior.

El año 2004 la comenzó en casa con una reaparición sin estar al 100% y sin ningún palo vencía muy solventemente dando peso a caballos como Arce, Leisban, Illumbe o El Hechizado. Esa reaparición estelar le sirve para probar suerte en Chantilly, en la jornada del Jockey Club. En una carrera de un buen valor reservada para machos acaba tercero rematando fuerte de lejos con la monta de Christophe Soumillon.  

Sin duda el caballo estaba en un momento de forma increíble siendo uno de los grandes favoritos a llevarse el oro donostiarra el día de la virgen. Entonces llegó el gran duelo que todos los aficionados esperaban Jacira vs Galizano. Era la preparatoria de la Copa de Oro y el duelo entre la mejor yegua y el mejor macho viejo del hipódromo fue a parar al bando de la representante de la cuadra Madroños por solo una cabeza. Los aficionados se quedaron encantados con esa carrera, pero todos sabían que habría segunda parte en el gran día semanas más tarde.

El favoritismo recaía otra vez en estos dos grandes ejemplares, aunque la balanza caía un poco más al lado de la ganadora del Kutxa del pasado año. La prueba como curiosidad se corrió en 30 metros menos de los 2.400 habituales. Pero anécdotas aparte, la carrera fue liderada como era habitual en ella por la gran Jacira que bajo la batuta de Jorge Horcajada controlaba la prueba desde el inicio. Mientras tanto el representante de los colores blanco y amarillos se situaba cuarto quinto durante todo el recorrido yendo más relajado esperando a los metros decisivos. Si algo tenía especialmente bueno la yegua de Madroños era el control total de las carreras. Esa capacidad de controlar le aportaba una calidad superior a la de sus rivales. De punta a punta dominó la carrera y Galizano solo pudo ser segundo. Cabe recordar unas palabras de su preparador después de esta carrera señalando lo siguiente: “Fue una excelente carrera, pero hay que tener en cuenta que el caballo entró en la recta con siete cuerpos de desventaja, y terminó a tan sólo uno. Es decir, que el remontó seis en la recta, y eso no es tarea fácil. Además, erró su preparador al pensar que alguien molestaría a Jacira durante la carrera; al no hacer nadie esa labor, se planteó una carrera que no podía perder nunca la yegua”.

Siempre es duro perder una carrera como la Copa de Oro, pero Galizano se rehízo corriendo semanas después el Gran Premio San Sebastián. No solo correrlo, sino que ganarlo. Nunca había llegado a correr tal metraje, pero eso no fue impedimento, como tampoco fue impedimento el gran peso que tuvo que portar en la carrera. Por fin y muy merecidamente encontró victoria en un clásico del verano donostiarra. Demostró que sin la gran Jacira, él era el mejor caballo sobre la distancia del país.

Año tras año se iba superando en la pista y ya en el año 2005 con 5 años y en su plena madurez quería dar un paso más sin duda con el oro en su horizonte. Este año corrió lo justo y curiosamente sus únicas tres salidas del año fueron en San Sebastián. Su rentré fue el GP de Primavera en la distancia clásica ante algunos rivales de cierta calidad. Además de la Copa de Oro con la inminente reapertura del Hipódromo de la Zarzuela el Memorial Duque de Toledo también estaba marcado en grande en su calendario. Por desgracia su reaparición no fue del todo lo esperado. El caballo se mostró sin su acción de siempre y solo pudo ser quinto de ocho demostrando no estar como siempre. Posiblemente era la reaparición que tras ocho meses volvía a la pista y eso le afectó, pero la verdad que dejó un sabor algo agridulce en el aficionado.

Tras esta mala carrera tocaba seguir el plan establecido y correr la preparatoria de la Copa de Oro carrera en la cual el nivel se elevaba respecto a su anterior salida. Parecía que el problema de Galizano fue una infección en la garganta que evidentemente le afectó en su estado de forma de cara a su anterior carrera. Pese a no estar al 100% y portar el peso máximo de la carrera dejó una preciosa lucha con Tunduru, que se la llevó este último por medio cuerpo de ventaja. Con este resultado el caballo de la cuadra Bering recuperaba sensaciones.

Ya en la cita del 15 de agosto, Galizano estrenaba por primera vez las carrilleras, debido a que cuando se ponía al frente remoloneaba. En este caso el gran favorito y el único tres años del lote, Fol Parade hizo lo que quiso con sus rivales dejándoles sin ninguna opción. Otro que se quedó sin opción fue Galizano que solo pudo ser quinto llegando muy lejos. Después de esta carrera no volvió a correr en el año.

A partir de entonces nunca pudimos volver a presenciar el gran nivel del pasado del hijo de Celtic Swing. Su campaña a seis años fue muy tranquila y ya un poco alejado de los focos de los grandes premios. Ocho meses después de su última actuación vuelve a las pistas en Tarbes consiguiendo un placentero segundo puesto en una carrera de condición. Vinieron después dos victorias consecutivas en carreras para amazonas y gentleman con la monta de Florent Guy en Toulouse y Mont-de-Marsan respectivamente. Estas dos victorias le sirvieron para recuperar moral y forma, lo que le llevaron probar de nuevo en la Copa de Oro. En cambio, una lesión de última hora le dejó fuera de juego y no pudo correr en su gran cita por lo que tuvo que ser retirado.  

No volvió a correr, pero dejó un historial de 8 victorias, 5 segundos puestos y 2 terceros puestos en 19 salidas a la pista. Como dijo su preparador Christian Delcher en algún medio, “Probablemente si hubiera llegado a correr en Madrid hubiera llegado a ser el mejor caballo del año, ya que el hipódromo de San Sebastián no era el más adecuado para él”. La calidad de este ejemplar era incuestionable, aunque probablemente se habría merecido algo más en la pista.


Foto portada: Galizano en distintas carreras | Fotomontaje: Ander Suescun

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